NETH PRIERE CAIN (NPC) es una banda visual kei originaria de Nagoya, formada en agosto de 2018.
Desde su debut bajo el sello Double River Records, el mismo día que su banda hermana i.D.A, NPC ha sabido destacar con un concepto único: Inspirados por la historia bíblica de Caín y Abel, éstos representan el lado azul de esta dualidad, mientras que i.D.A simboliza el color rojo, ofreciendo ambos enfoques complementarios que enriquecen sus identidades musicales.
Ambas bandas lanzaron su sencillo debut “Shinwa futaboshi-ki” de manera simultánea, pero con adaptaciones que reflejan sus identidades musicales.
El universo de NPC gira en torno a una narrativa que combina elementos bíblicos, simbolismo religioso y una estética tanbi kei, resaltando la belleza dramática y evocadora.
Desde entonces, la banda ha recorrido escenarios por todo Japón, compartiendo cartel con grupos de renombre como Zeke Deux, Jigsaw y DazzlingBAD.
Este enfoque les ha permitido conectar tanto con los fans del visual kei tradicional como con una nueva generación atraída por sus innovadoras propuestas.
El 4 de noviembre, NPC ofreció un concierto ONEMAN en la sala Amerikamura BEYOND, ubicada en pleno corazón de Osaka.
Este evento formaba parte de su tour «Gira gratuita de conciertos ONEMAN en cinco grandes ciudades por el cuarto aniversario de NETH PRIERE CAIN».
Con el objetivo de dar a conocer su música a una audiencia más amplia. En este formato, la entrada a los conciertos era completamente gratuita, permitiendo que no solo sus seguidores habituales disfrutaran del espectáculo, sino también nuevos asistentes, muchos acompañados por amigos, se sumergieran en el universo de la banda.
El concierto del que hablaremos corresponde a «La guerra santa del fin de los tiempos – Harmagedōn – Osaka», una parada clave de esta gira.
La sala Amerikamura BEYOND, conocida por su atmósfera íntima y su programación de eventos alternativos, estaba repleta de seguidores devotos esperando el inicio del show.
A las 18:00 en punto, las luces se apagaron, y una melodía solemne comenzó a resonar en el recinto, anticipando una experiencia inolvidable.
El telón se alzó para revelar a los miembros de NPC ya en sus posiciones.
Itsuki, el carismático vocalista, capturó todas las miradas con su presencia imponente. Mientras que Chigusa y Syuri, bajo y guitarra, ya proyectaban un aura elegante y poderosa sin haber tocado aún una sola nota.
Kenji, en la batería, iba marcando ya el pulso con precisión, preparando a los asistentes para el primer estallido sonoro.
Desde el primer tema «RAGNAROK -Shumatsu no Chikai» , quedó claro que este concierto sería especial. La banda inició con una explosión de energía, entregándose por completo al público. Los juegos de luces, sincronizados perfectamente con los cambios de ritmo, añadían dramatismo a cada canción.
El repertorio elegido fue un recorrido por los temas más icónicos de la banda, destacando «AVALON ~ Yakusoku no ji wo motomete ~«, la magia que desprendía desde el escenario consiguió transportar a los asistentes hasta un castillo europeo, con su atmósfera solemne y romántica.
La fusión de elementos visuales y sonoros era hipnótica.
En el clímax de la canción, las manos de los fans se alzaron con el característico gesto de rezo que simboliza la conexión entre la banda y su público. Esto dejó en claro que NPC no solo ofrecía un espectáculo musical, sino una experiencia inmersiva que desafiaba los límites entre artista y audiencia.
El concierto avanzó con una intensidad que parecía no tener fin.
Cada canción traía consigo una nueva dimensión de la banda: Hubo momentos de pura agresividad, como en «Nemesis – Sabaki no shi-sha» donde los fans respondieron moviéndose sin parar y haciendo headbanging, mostrando su devoción por la banda.
En contraste, canciones más melódicas como «Les Miserables 〜 Saigo no ansan» ofrecían un respiro, envolviendo a la audiencia en una atmósfera de introspección antes de regresar a la intensidad habitual.
Llegó el momento de presentar en directo el que era para aquel entonces su último single: «Solomon – Shihaisha no kagi –«.
El bajo de Chigusa fue uno de los grandes protagonistas de la noche, hipnotizando a todos en Amerikamura BEYOND con notas profundas y melódicas que resonaban en cada rincón de la sala.
Syuri, por su parte, deslumbró con solos llenos de técnica y emoción durante la canción, mientras que Kenji marcaba el ritmo de la banda con una precisión impecable, llevando al público al éxtasis en cada crescendo.
Al llegar al clímax del concierto con su nuevo lanzamiento, Itsuki se dirigió al público con una voz llena de gratitud: «¡Gracias, Osaka!», felicitando a los fans por darlo todo esa noche. Antes de retirarse para un merecido descanso, anunciaron también las próximas fechas de la gira, mientras Kenji daba un último golpe magistral que llevó a los fans a alzar nuevamente las manos en el gesto de rezo.
La conexión entre la banda y su público alcanzó su punto más alto mientras el telón caía lentamente… Pero la noche aún no había terminado: Los gritos de «encore» colmaron la sala, acompañados de palmas y una música de fondo cargada de suspense.
Uno a uno, los miembros de NPC regresaron al escenario, siendo Chigusa el primero en aparecer, seguido por Syuri, Kenji y finalmente Itsuki, cuya entrada fue recibida entre aplausos y ovaciones.
El encore comenzó con una canción cálida «Pandora -Bei Mitsu-» perfecta para la temporada otoñal.
Otro tema lleno de energía fue «Hoozuki» que hizo a los fans ondear las toallas con el nombre de la banda siguiendo el ritmo frenético de la música.
La despedida vino servida con un duelo electrizante entre el bajo y la guitarra, «Asagao» parecía hacer vibrar las paredes de la sala. La energía era tan intensa que incluso al finalizar, Syuri continuó tocando unos segundos más, arrancando sonrisas y aplausos entre los asistentes.
Mientras una sintonía de fondo cerraba el espectáculo, los miembros de NPC se despidieron uno a uno, con Chigusa y Kenji siendo los últimos en abandonar el escenario al más puro estilo rockstar.
Al cerrar el telón, todos los fans formaron fila rápido para adquirir las tan ansiadas chekis y el merchandising exclusivo de la gira, llevándose consigo un pedazo de esta experiencia única.
NETH PRIERE CAIN demostró que está listo para seguir conquistando corazones y escenarios, y no cabe duda de que su futuro será tan brillante como las historias que narran en cada una de sus composiciones.
El concierto de NPC en Osaka no solo reafirmó el talento de esta joven banda, sino también su capacidad para innovar y conectar con su público. La propuesta de hacer una gira gratuita fue un éxito rotundo, permitiendo que más personas descubrieran su música y se unieran a su creciente base de seguidores.
No te olvides de escuchar el último single de Neth Priere Cain «Orurean no shōjo ~ la Pucelle d’Orleans ~»