
En este momento de tu carrera, ¿qué te motiva a seguir creando, girando y conociendo a nuevos públicos?
Mientras siga subiéndome a un escenario, quiero aumentar mi potencial aunque sea un poco. Siempre busco estímulos y quiero seguir aportando al público.
En esta gira, ¿qué concepto había detrás del vestuario y el maquillaje?
Optamos por los trajes que llevé en 2024, pensados para reflejar “belleza y decadencia”. Aunque la confección es sencilla, destacan por la silueta y porque, aun siendo monocromáticos, tienen un aire muy lujoso. Es un estilo gótico y estético que, al mismo tiempo, permite mostrarse con agresividad. Como detalle, el corsé que llevo es de Moi-même-Moitié.
Cuando pisaste Latinoamérica por primera vez, ¿qué impresión te llevaste? Si algo de los fans locales te sorprendió, cuéntanoslo.
Era mi primera visita, así que empecé por sentir el ambiente del aeropuerto y de la ciudad. Me sorprendió lo muchísimo que se hacen fotos.
Algunos sintieron que en Latinoamérica estabais más relajados y con más sonrisas que en Japón. ¿Crees que el lugar sacó un nuevo lado de vosotros?
Personalmente no intenté mostrar nada distinto respecto a Japón. Aun así, al ver las caras de todos disfrutando de forma tan directa, hubo momentos en los que mi expresión cambiaba de manera natural.
Durante el live, la distancia con los fans fue muy corta: cantasteis entre vosotros, bajasteis a la platea y hablasteis en español. ¿Fue cosa del momento o estaba planificado?
En su mayoría fue cosa del momento. Creo que hubo muchas buenas escenas de ad-lib.
A través de esta gira, ¿hubo algo nuevo de ti mismo de lo que te dieras cuenta?
Que incluso en el extranjero sigo a mi propio ritmo, igual que en Japón. Hay más, pero por ahora me lo guardo.
También se hizo realidad el concierto en Perú. Para los fans peruanos debió ser un momento de ensueño. ¿Qué recuerdos tienes de allí?
Perú, que se añadió, fue el primer día. El tiempo estaba muy ajustado, hubo pequeños contratiempos y, siendo mi primer concierto fuera en mucho tiempo, sinceramente no me sobraba margen. Pero desde el inicio del live hasta el meet & greet todo pasó en un suspiro y, subido a la ola, lo disfruté muchísimo.
Si pudieras aprender algo de los fans japoneses y de los fans latinos respectivamente, ¿qué sería?
No pretendo distinguir a los fans por países, pero quizá los japoneses sean más delicados. ¡Los fans latinos hacen demostraciones de apoyo muy directas! Quiero transmitir más del 100 % a cualquier tipo de fan.
¿Hubo momentos en los que, aun sin compartir idioma, sentisteis que os entendíais de corazón?
¿No es eso precisamente lo que es un live?
Dentro del setlist de esta vez, ¿hubo alguna canción cuyo impacto cambiara o cuyo significado se profundizara al cantarla en Latinoamérica?
Con DAVID diría “Stigmata”. La publicamos en 2019 y había ido desapareciendo de forma natural, pero gracias a muchas peticiones pude volver a darme cuenta del atractivo de esta canción. De mi etapa anterior, de Megaromania, sería “Sabbath”.
También nos interesa vuestra relación fuera del escenario. ¿Alguna anécdota que ocurriera durante la gira?
Me equivoqué de forma llamativa de lugar de reunión. Fue un vuelo largo y, incluso cambiando de avión, en el asiento siempre me tocó pasillo. Y, de hecho, en todas las fechas el único que no pudo usar in-ears fui yo.
¿Tenéis alguna rutina personal o de grupo antes del live?
Beber una bebida energética.
Como artistas y como personas, ¿dónde dirías que reside el encanto de cada miembro?
De Seth, su calidez; de Kouki, su curiosidad y su capacidad de acción.
En el escenario, ¿en qué momento sientes más que “ahora mismo estoy vivo”?
Si estoy sobre el escenario, siempre estoy vivo.
Cuando recibes los vítores y las miradas del público, ¿qué sientes? ¿Influye en tu actuación?
Por supuesto que influye. Porque un live es algo que se construye entre todos.
Para vosotros, ¿qué es la música: un medio de alivio o algo parecido a una batalla?
Es la escalera de mi crecimiento y mi fuente de poder. Seguir activo en la escena también es una batalla.
En tu vida hasta ahora, ¿hubo algún momento en el que sintieras que “tu propia voz te salvó”?
Si es que mis propias letras me han enseñado cosas, entonces sí.
Dentro de esta gira, ¿hubo un momento que sintieras como un “milagro que solo ocurrió gracias a estos miembros”?
Que, por casualidad, Seth y yo nos equivocáramos del lugar de reunión.
Dentro de TRIAD, ¿quién es la persona más libre, la más sensible y la más divertida?
El más libre, Kouki; el más sensible, yo; el más divertido, Seth.
Si tuvieras que describir en una palabra el ambiente del camerino, ¿cuál encajaría?
Relajado.
En actuaciones en el extranjero, ¿hay algún objeto japonés, amuleto o costumbre que siempre lleves contigo?
Medicación de uso habitual para mantener la garganta en buen estado.
Entre los regalos o mensajes que te han dado los fans, ¿hay alguno que se te haya quedado grabado especialmente?
Que me hayan seguido teniendo en sus pensamientos desde que eran pequeños.
¿Sueles mirar los comentarios o publicaciones en redes sociales después del live? ¿Cómo recibes esas reacciones?
Me alegran de forma directa.
Al terminar un live, ¿qué impresión te gustaría dejar en el público?
Que sientan ganas de saber más y de volver a vernos.
¿Cómo ves el futuro de TRIAD? ¿Es un proyecto limitado en el tiempo o tenéis una visión de continuidad?
Estoy en la posición de haber sido invitado, así que si recibimos una oferta, quizá haya una continuación de esta gira. En ese caso, me gustaría poder hacer también temas originales.
Hay muchos fans que esperan conciertos en Europa. ¿Puedes contarnos un poco sobre lo que viene? ¿Algún país o ciudad que te gustaría visitar?
Ahora mismo DAVID está en pausa, así que no hay nada que pueda comunicar. Pero me alegró muchísimo haber podido encontrarme con los fans de fuera antes de la pausa. Seguiré esforzándome para que podamos volver a vernos en un futuro cercano y para poder llevar a cabo alguna acción.
Por último, si pudieras enviar un mensaje a tu yo del pasado, ¿qué le dirías desde tu presente?
No tengo palabras concretas que decirle. Solo que, tanto en el pasado como en el futuro, la música seguirá a mi lado. Supongo que es algo que no se puede cortar por completo.
Por último, un mensaje directo para los fans de Latinoamérica que os recibieron con tanto calor.
Gracias por apoyarnos más allá de las fronteras. Hoy vivimos en una época en la que, gracias a internet, podéis acceder a muchos contenidos; aun así, creo que hay contenidos cuyo seguimiento sigue teniendo barreras. Para corresponder un poco a ese sentimiento, crearé música con orgullo. Ojalá la cultura del visual kei no se considere solo algo de Japón, sino que, de ahora en adelante, podamos amarla y hacerla crecer entre todos en el mundo. Todos estamos viviendo el ahora: tened orgullo de aquello que os gusta y, apoyándoos en la música y en las personas que amáis, sigamos viviendo juntos a partir de aquí.